Hace Frio

Y es hoy, en estos momentos cuando empiezo a extrañarte,  y que egoísta de mi parte,  pensar en ti solo cuando me siento mal, cuando siento que el mundo me va asfixiar, y olvidarme de ti con facilidad, centrándome en alguien a quien pensé amar.

Por mi mente siempre han rondado esos recuerdos que suelen ser inmortales, los que florecen en cada sueño… el primer beso, el mismo parque, las veces en las que lloramos de felicidad cantando una canción que a cualquiera hace llorar.

Recordarte no es tan sencillo, confundo con facilidad la realidad, y hay momentos en los que no quisiera despertar, vivir en el pasado, en el tiempo, en aquel momento en el que me encantaba ser yo, despreocupado por completo, desinteresado de ese futuro incierto, sin pensar que algún día nos tendríamos que ver a escondidas, como si amarnos halla sido la peor injusticia.

La vida nos sonrio de distintas formas, yo he madurado demasiado… tengo una noción distita del amor, para mi ya dejo de ser ilusión, promesas y desconfianzas,  y no entiendo por que buscar alguien como yo es tan complicado, aveces hace tanto frio en mi espacio y siento que el mundo me va asfixiar, como si cada paso que diera lo hiciera mal y es hoy en estos momentos cuando te empiezo a extrañar.

Salvame la Vida

Siempre me ha perseguido  mi pasado  no muy pulido y sé que

 tal vez,  no merezco cierto auto respeto,  por ser el culpable

De mi tan bohemio destino.

Pero,  para que mentir más,  si a Quien quise, nunca me quiso,  y

a quien quiero… pues a quien quiero es todo un lio.

El amor debió ser más selecto, un aristócrata, todo un caballero,

que no tenga contacto con aquel paupérrimo corazón;

que sea una ley tan simple como para aquel que no pueda  con

ello pues que no se le conceda, que no se le permita amar.

Que ningún gurú,  hechicero , ni la bruja mala del cuento sepan

Descifrar ni instaurar alguna influencia.

Que el amor sea solo para los corazones fuertes que sepan resistir 

muchos Terremotos .

salvaríamos tantas vidas.

                                                                              

                                                         Que a mi no se me conceda